viernes, 21 de junio de 2013

El Dadaísmo surge como movimiento en el año1916 con la primera Guerra Mundial, cuando jóvenes se comienzan a cuestionar la lógica de una cultura que permitía tales hechos, el movimiento artístico Dadá surge a la vez en Suiza y Estados Unidos. En Suiza (“Cabaret Voltaire”, Zúrich) por los artistas  Tristán Tzara, Hugo Ball, Hans Arp entre otros, cuando artistas se encontraban refugiados en esta ciudad a causa de la guerra, se sentían desencantados en Europa en el  periodo tardío de la Primera Guerra Mundial y, posteriormente, de la actitud de rebelión hacia la abulia.                                                                                                                                             
El dadá no es un movimiento de rebeldía contra otra escuela anterior, sino que se funda en cuestionamiento de todo el marco conceptual del arte y de la literatura, implica una actitud más que un estilo, un planteamiento negativo y destructivo que propone la revisión de las tradiciones y convenciones artísticas existentes hasta entonces.
En 1917 se inauguró la Galería Dadá. La expansión del mensaje dadaísta fue intensa, amplia y tuvo repercusiones en todos los campos artísticos. En Alemania encontró adeptos entre los intelectuales y artistas que apoyaban el movimiento espartaquista. En Francia ganó las simpatías de escritores como Breton, Louis Aragon y el poeta italiano Ungaretti.
El Dadaísmo suele ser una sucesión de palabras y sonidos a la que es difícil encontrarle lógica. Se distingue por la inclinación hacia lo dudoso, la muerte, lo fantasioso, y por la constante negación. Así, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables, lo cual conlleva a una tónica general de rebeldía o destrucción. El Dadaísmo es caracterizado, también, por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando, de esta forma, un antiarte. El movimiento dadaísta es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético porque cuestiona la existencia del arte, la literatura y la poesía. De hecho, por definición, cuestiona el propio Dadaísmo.
El Dadaísmo se presenta como una ideología total, como una forma de vivir y como un rechazo absoluto de toda tradición o esquema anterior. En el fondo es un antihumanismo, entendiendo por humanismo toda la tradición anterior, tanto filosófica como artística o literaria. No por casualidad en una de sus primeras publicaciones había escrito como cabecera la siguiente frase de Descartes: «No quiero ni siquiera saber si antes de mí hubo otro hombre.»
El Dadaísmo se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general. Propugna, en cambio, la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la crónica contra la intemporalidad, la contradicción, el "no" donde los demás dicen "sí" y el "sí" donde los demás dicen "no"; defiende el caos contra el orden y la imperfección contra la perfección. Por tanto, en su negatividad, también está contra el modernismo, y las demás vanguardias: el expresionismo, el cubismo, el futurismo y el abstraccionismo, acusándolos, de ser sucedáneos de cuanto ha sido destruido o está a punto de serlo. La estética dadaísta niega la razón, el sentido, la construcción del consciente. Sus formas expresivas son el gesto, el escándalo, la provocación.
El gran aporte del Dadaísmo al arte moderno es el cuestionamiento continuo de qué es el arte o qué es la poesía; la conciencia de que todo es una convención que puede ser cuestionada y que, por tanto, no hay reglas fijas y eternas que legitimen de manera histórica lo artístico. Gran parte de lo que el arte actual tiene de provocación (como la mezcla de géneros y materias propia del collage) viene del Dadaísmo.
Con el fin de expresar el rechazo de todos los valores sociales y estéticos del momento, y todo tipo de codificación, los dadaístas recurrían con frecuencia a la utilización de métodos artísticos y literarios  incomprensibles, que se apoyaban en lo absurdo e irracional. Sus representaciones teatrales y sus manifiestos buscaban impactar o dejar perplejo al público con el objetivo de que éste reconsiderara los valores estéticos establecidos. Para ello utilizaban nuevos materiales, como los de desecho encontrados en la calle, y nuevos métodos, como la inclusión del azar para determinar los elementos de las obras. El pintor y escritor alemán Kurt Schwitters se destacó por sus collages realizados con papel usado y otros materiales similares. El artista francés Marcel Duchamp expuso como obras de arte productos comerciales corrientes, como un secador de botellas y un urinario a los que denominó ready-mades.
El Dadaísmo abre el campo para la llegada del surrealismo y ayuda a crear un lenguaje poético libre y sin límites. Para entender qué es la estética dadaísta en el mundo de la poesía se recogen los consejos que Tzara propone para hacer un poema dadaísta. El texto fue publicado en la recopilación Siete manifiestos dadá, “Dadá manifiesto sobre el amor débil y el amor amargo”, (1924).






REFERENTE
Marcel Duchamp es uno de los artistas más influyentes en el arte del siglo XX. Crucial para el desarrollo del Surrealismo, Dadá, y el Pop Art, fue de gran influencia en muchos artistas por su intelectualidad de cada obra. Con sus trabajos expandió los límites del arte, al introducir objetos de la vida cotidiana y transformarlos en arte por la simple elección del artista, cambiando así el curso del arte moderno. Se atrevió a cuestionar aspectos de esta institución que nunca nadie antes había hecho (como la presencia de la belleza en una obra, ya que ésta es muy subjetiva). Su legado más grande sería el habernos hecho entender que una experiencia artística no basta con estimularnos visualmente. Ésta debe también invitarnos a pensar.
Duchamp se definía a sí mismo como un no-artista, jugador de ajedrez, comerciante de queso, respirador y un fenêtrier.
Henri-Robert-Marcel Duchamp nació un 28 de julio de 1887 en Blainville-Creyon, cerca de Rouen, en Normandía, Francia. Los Duchamp eran una familia burguesa aficionada a las artes. Cuatro de sus seis hijos acabaron siendo artistas (Jacques Villon, pintor; Raymond Duchamp-Villon, escultor -quienes cambiaron su apellido por la desaprobación de su padre hacia sus incipientes carreras artísticas- ; Suzanne Duchamp, pintora y Marcel Duchamp).
Es en 1905 donde, siguiendo con el ejemplo de su hermano J. Villon, trabaja como caricaturista intermitente para “Le Courrier & Le Rire” hasta 1910. Las características de este medio de expresión (contenido satírico o humorístico) serían una de las marcas de Duchamp en su obra adulta.
Se podría hablar de distintas etapas en la vida artística de Marcel Duchamp. La primera se ubica entre 1908 hasta 1912, en donde experimenta con todas las tendencias artísticas que el panorama moderno le ofrecía (impresionismo, postimpresionismo, fauvismo, cubismo, futurismo), sin comprometerse con ninguna en especial.
En 1913 hace su primer “ready-made” (denominado así por Duchamp más tarde, en 1915) “La rueda de bicicleta”, con la que proponía que el artista con el sólo hecho de escoger un objeto cotidiano lo estaría convirtiendo en arte, creando así el concepto del objeto “estéticamente anestesiado”. Fue el primero de una serie de 23 en total (una supuesta fracción de los que realmente existieron), hechos entre 1915 y 1923. Fue en esta misma época en que empezó a tomar notas preparatorias para crear la que sería su gran obra maestra “El gran vidrio” o “La novia desnudada por sus pretendientes”, en la que trabajaría por varios años (1915 a 1923) y con la que finalizaría definitivamente su carrera como pintor. Entre sus notas, habían comentarios como, “¿Puede uno hacer obras de arte que no sean de arte?”
Su segunda etapa, luego de haber pintado unos pocos cuadros más, comienza en 1915, caracterizada por el abandono de la pintura. Se había decepcionado de lo que él llamaría “arte retinal”, arte que sólo apelaría a la visión. Duchamp quería crear algo que estimulara también a la mente.
Políticamente, Duchamp se opone a la Primera Guerra Mundial. Por esto es que en 1915, escapando del servicio militar (alegando una dudosa condición cardíaca) se muda a Nueva York, con la grata sorpresa de ser ya un famoso artista en el lugar. Allí conoce al matrimonio Arensberg, quienes fueron los mayores coleccionistas de su obra. Su reencuentro con Picabia, en 1917, refuerza su favoritismo por la corriente dadaísta. Así es como junto a su mencionado amigo, se proponen dar a conocer al dadá en Estados Unidos. Fue editor del diario “Rongwrong” y participó en la creación de revistas adscritas al movimiento, como “291” o “El Ciego”.

Mi trabajo al basarse en el “Ready made”, traté de imitar que de cualquier cosa se puede hacer arte, por eso mismo use objetos cotidianos para intervenirlos y a través de eso mostrar cosas burdas. En este intento fui buscando objetos que entre sí no tuvieran nada que ver, pero al juntarlos hacer un “algo”.
En mi primera fotografía, utilizando una máquina para hacer pastas lo junte con un calcetín, en este intento comencé a indagar que podría hacer o qué sentido daría al juntarlos, pensando que en realidad la corriente del “Ready made” las intervenciones no tienen mucho sentido, para mí al juntar estos dos objetos descubrí que al poner el calcetín en el medio de la máquina podría generar la sensación de que esta misma estaría formando el calcetín, algo inusual, pero en fin era romper esquemas. También podría mirarse desde otro sentido como una crítica social, de la pobreza que existe en el mundo y que todos sabemos que está ahí, pero nadie hace algo para combatirla, de la importancia que muchas veces la gente le da a comprar cosas “modernas” cuando lo que realmente importa son el abrigo y la alimentación.  
En mi segunda fotografía, junte un marco con un buda, en un principio la idea era que este marco, por cierto reciclado, formara una especia de “altar” de este mismo buda; pero más bien terminó siendo como un limbo para él, claro el buda pareciera que estuviera cayendo o podría estar subiendo, según del modo y fundamentos con que se mire.
En mi tercera fotografía, junté un florero con una regadera de ducha, donde normalmente desde esta última sale el agua, pero ¿por qué no podría nacer la regadera desde el agua?
En mi cuarta fotografía, junté un macetero con una batidora manual, dos cosas totalmente opuestas, orgánicas e inorgánicas, está foto podría dar sentido a la gran manipulación de los alimentos que hay hoy en día, también se puede ver como las riquezas y beneficios que nos da la tierra la cual muchas veces no cuidamos, pero que en el fondo nos da alimentos, para mucha gente sustento de un hogar y vida.
En mi quinta foto, junté una antena normal de televisión con un ají, esta imagen representa mi desacuerdo y desencanto con la televisión al conectar la antena al ají da a entender la función que tiene la televisión a mi parecer el ají representa lo fuerte y picante que puede llegar a ser la televisión actual en nuestro país.